sábado, 5 de marzo de 2016

Lectura de imágenes fijas.

Muerte de un miliciano. Robert Capa, 1936.


  La técnica se trata de una fotografía en blanco y negro. En esta imagen se puede observar en primer plano un hombre, este va vestido con una camisa blanca y pantalones. En segundo plano se observa mayormente cielo y un paisaje de secano, ya la imagen fue capturada en la provincia de Córdoba. El hombre sostiene con su mano derecha una escopeta y lleva un cinturón con municiones. La fotografía captura el momento exacto en la que una bala impacta sobre él, impulsándole hacia atrás y con la mirada perdida. La fotografía tiene un formato rectangular. Mantiene un nivel 7 de iconicidad al tratarse de una fotografía en blanco y negro y una composición horizontal. El punto aquí sería el miliciano cayendo, ya que es el principal y único foco de atención, transmite una sensación de movimiento. El ritmo se podría encontrar en las montañas y en las nubes, aunque casi inexistente. Predominan lineas oblicuas ascendentes que dirigen la mirada al miliciano: la montaña, el fondo, las nubes e incluso la sombra. Tiene un gran campo de profundidad que da la sensación de que el personaje se encuentra en un lugar remoto; se puede encontrar un pequeño punto de fuga en la unión del fusil con la sombra. La textura que se puede apreciar es la de la vegetación del primer plano y el propio grano de la imagen.

  Tras un análisis objetivo podríamos hablar de uno más subjetivo. La identidad del miliciano que se observa, corresponde a Federico Borrell García. La fotografía fue tomada por el fotógrafo húngaro Robert Capa el 5 de Septiembre de 1936. El protagonista era un anarquista español que luchó en las milicias de la CNT. La fotografía tiene un gran impacto, lo que le ha hecho aparecer en revistas internacionales como Life y ser un icono de la Guerra Civil Española. Hay quien ha dudado sobre su autenticidad, debido a gestos del personaje y autoria ya que Capa viajaba con su novia.